No es posible educar utilizando solo
técnicas positivas sino que en ocasiones hemos de recurrir a los
castigos. El Aislamiento es una forma de castigo por el que privamos
al niño de los reforzadores de los que está en ese momento
disfrutando, llevándole a un "lugar aburrido".
El problema es que con el castigo mostramos lo que está mal o lo que el niño no debe hacer, pero no le enseñamos la conducta correcta. Por ello, el castigo hay que acompañarlo de técnicas positivas (modelos, explicaciones, refuerzos, premios, elogios...).
Para aplicar adecuadamente el Aislamiento, el mandar a un niño al rincón o el Tiempo-
fuera,
debemos seguir las siguientes pautas de actuación:
-
Debe ser un lugar aburrido. A veces puede servir una silla cara a un
rincón o a una pared. Nada de sitios oscuros ni que puedan provocar
miedo. Si se le aísla en una habitación (no debería tener juguetes
ni entretenimientos) no se debe cerrar la puerta.
-Hay que explicarle al niño claramente el funcionamiento de la técnica (dónde, cuanto tiempo, para qué...) y sobre todo dejarle claro qué conducta inadecuada llevará como consecuencia dicho aislamiento (sólo se debe utilizar para un comportamiento; una vez superando ése, se podrá intentar con otro).
-Hay que explicarle al niño claramente el funcionamiento de la técnica (dónde, cuanto tiempo, para qué...) y sobre todo dejarle claro qué conducta inadecuada llevará como consecuencia dicho aislamiento (sólo se debe utilizar para un comportamiento; una vez superando ése, se podrá intentar con otro).
-Es conveniente comprobar que el niño ha entendido lo que esperamos de él.
-Cuando el niño inicia el comportamiento acordado como inadecuado se le indica que vaya al rincón. Si no lo hace se le lleva de la mano con firmeza pero con calma y sin gritarle.
-Normalmente se considera adecuado un minuto de permanencia en el rincón por año de edad. Si el niño se resiste o abandona el lugar, se puede añadir un minuto más. Si continuara la resistencia se puede retirar además un reforzador o juguete favorito.
-Podemos utilizar un reloj con alarma que nos avise cuándo ha concluido el tiempo de aislamiento.
-Durante el aislamiento hay que ignorar los llantos y/o quejas del niño. Si al acabar el tiempo el niño está llorando o portándose mal se le dejará hasta que haya pasado medio minuto desde que finalmente se calme, ya que si le dejáramos salir del rincón aburrido durante la rabieta estaríamos reforzando esa conducta negativa.
-Cuando acabe el tiempo debemos preguntarle al niño por qué le hemos mandado al rincón, para asegurarnos que efectivamente nos ha entendido.
Para
que el Aislamiento funcione hay que acompañarlo de otras técnicas
educativas de carácter positivo. Así, debemos estar atentos para
elogiar al niño cuando realice la conducta adecuada o, al menos,
aproximaciones a ella.
El
rincón de pensar es una nueva técnica que se utiliza hoy en muchos
colegios. Cuando un niño no es capaz de mantenerse en silencio, o de
atender cuando habla el maestro, pega a un compañero o se comporta
insistentemente mal, casi automáticamente el profesor lo envía al
rincón de pensar. Porque lo que se pretende conseguir con esta
técnica es que el niño este tranquilo durante un tiempo. Este
rincón, es para que el niño piense en lo que ha hecho y
recapacite. Aunque los mas espabilados saben que respuesta tiene que
dar cuando el profesor les preguntan si han recapacitado en lo que ha
hecho. “Ya no lo vuelvo hacer más”.
Si
lo vuelven a repetir el profesor deberá reforzar esta técnica.
Hay
colegios que utilizan esta técnica pero con un nombre diferente, en
vez de mandarlos al rincón de pensar los mandan a la isla, al
desierto...
Esta
nueva forma de castigo no solo es utilizada por los profesores sino
que también, por los padres.
El
rincón de pesar, es un método que hoy día se está utilizando
mucho, pues lo que se pretende con este tipo de “castigo” es que
los niños se tranquilicen y razonen sobre lo que han hecho.
Con
el rincón de pensar no se castiga a un niño sin ningún fin
educativo, sino todo lo contrario se pretende conseguir que los niños
comprendan que lo que han hecho no está bien.
Si
se desarrolla una actividad en clase y un niño no deja de molestar a
sus compañeros, la profesora antes de castigarle, pienso que debe
utilizar otro tipo de estrategia para solucionar el problema, sino se
consigue los más conveniente es apartar unos minutos al niño de la
actividad para que se tranquilice y comprenda que no debe de molestar
a sus compañeros.
Aunque
lo más correcto y educativo sería trabajar sin castigos, pues si un
profesor plantea unas actividades dinámicas en la que los niños
estén interesados y motivados al realizarlas y al mismo tiempo se
esté trabajando un buen sistema disciplinario, pienso que no haría
falta recurrir al castigo si se trabaja con un buen método educativo
en clase.
Bueno, ¿y tú qué opinas? ¿El castigo de verdad es educativo? ¿qué se aprende cuando se es castigado?
ResponderEliminar¿No será posible trabajar sin castigos? ¿Con qué tiene relación eso en la escuela? ¿Con las tareas, la motivación, los materiales, los agrupamientos...?
Buena selección de información, Isabel. Polémica, desde luego. Trabajaremos sobre esto en clase.