ARTÍCULOS

                       Disciplina escolar 

 El teléfono móvil es un instrumento de gran utilidad para que los padres tengan localizados a sus hijos. Éstos lo han incorporado a su piel hasta el extremo de creer que es un medio para utilizar en cualquier ámbito y con cualquier fin. Asistimos asombrados en España y en otros países a casos de acoso a profesores o escolares filmados con móviles. Regular su empleo en los centros de enseñanza forma parte de la disciplina, un concepto que por desgracia no está hoy muy en boga.

La Comunidad de Madrid tiene previsto aprobar por decreto la prohibición del uso del celular y de otros aparatos electrónicos en las aulas de los centros educativos de la región, así como establecer un sistema de sanciones que pueden llegar hasta la expulsión en los casos de difusión de agresiones grabadas desde el móvil. La iniciativa no parece desafortunada. Al contrario, hay que pensar que va en la dirección correcta por mucho que los estudiantes opinen que se trata de un ataque al sector educativo y algunas representaciones de padres afirmen que se va por mal camino si se pretende mejorar la convivencia en las aulas restringiendo el uso de estos aparatos. Cierto, eso sólo no basta.
Si hay que poner alguna pega a la idea es que el Gobierno autónomo no haya consultado previamente a padres, profesores y alumnos. En realidad, en los centros públicos de enseñanza de la comunidad madrileña existe ya la norma de prohibir el uso de los celulares a través de los propios reglamentos de régimen interno. Pero no siempre es fácil de aplicar. Los profesores tienen que librar en ocasiones una doble batalla frente a los alumnos y sus padres, que critican la calidad de la enseñanza pero son los primeros en dar mal ejemplo.



 
Está bien que hayan prohibido los teléfonos móviles en los colegios, pues los niños no solo hacen uso de ellos para llamar a sus padres, sino que se dedican a grabar a sus profesores, agresiones entre sus compañeros..., para luego colgarlas en Internet.
Y por eso, veo bien que sancionen, pero todo esto, lo que provoca es un mayor conflicto entre alumno y profesor.

Creo que no es necesario que los niños tengan que llevar móviles al colegio, pues si un padre necesita ponerse en contacto con su hijo o al contrario, para ello los colegios disponen de teléfonos propios, para que se haga uso de ellos cuando sea necesario.










 
OPINIÓN DEL LECTOR 

                         INDISCIPLINA ESCOLAR


En mi opinión hoy en día resulta urgente que los educadores nos especialicemos en el tema de la conflictividad escolar porque precisamente son los conflictos los que nos pueden permitir entender los deseos de nuestros alumnos y en muchos casos el porqué de su gran falta de motivación en clase. Cada alumno tiene su personalidad y sus objetivos y no olvidemos que nuestro objetivo como educadores no debería ser sólo enseñar sino también ayudar al alumno a socializarse ayudándose de la autodisciplina.
Así, quizás deberíamos tener en cuenta que en situación de conflicto para que ambas partes salgan ganando hay que afrontar directamente el problema y consensuar una solución mutuamente satisfactoria, lo peor de todo sería negar la existencia de dicho conflicto. Por otra parte, usar una disciplina de hierro que no deja libertad de expresión al alumno no permite alcanzar la paz en la clase sino que crea aún más tensiones y más situaciones conflictivas. Si consideramos al alumno como un individuo que formamos no sólo en nuestra materia sino que también para que una vez adulto sepa comportarse en la sociedad, creo que la autodisciplina podría ser un método que nos lleve a considerarlo no como un niño sino como un adolescente deseando alcanzar todas las armas necesarias de la vida adulta. De este modo, utilizar los sentimientos más bien que el razonamiento para comunicar con él podría ser una manera eficaz de conseguir más información sobre el alumno conflictivo y su comportamiento y así quizás poder zanjar el problema.
Por otra parte podríamos proseguir este tema abordando las razones personales que incita un alumno a ser conflictivo, eso implica ir más allá y buscar las razones más personales quizás con la ayuda del psicólogo, dado que no todos los conflictos que nacen provienen del disfuncionamento del centro o el hecho de que los profesores no cuiden bastante de los casos difíciles sino que el alumno tenga un problema más bien personal debido a su entorno familiar por ejemplo.



 
Es verdad que los maestros deben especializarse en el tema de la conflictividad escolar, ya que son muchas las clases con niños conflictivos.
Puede que a raíz de un conflicto, un profesor pueda hablar con el niño y así entender la falta de motivación en clase.
Pero hay que tener en cuenta, que no son los niños problemáticos lo que pueden tener algún tipo de problema, también, hay que tratar a otros niños, como por ejemplo, a los más tímidos, que también pueden tener baja motivación en clase por cualquier otro problema..

En situaciones de conflicto, es cierto, que no se debe dejar a un lado dichos conflictos, sino que el maestro debe de afrontarlo, hablar con el niño, escucharlo.... Utilizando unos buenos métodos disciplinarios, para así, conseguir más información sobre el alumno conflictivo y poder zanjar el tema.

Así que un profesor no solo se tiene que especializar en casos conflictivos sino en muchos más pues la la labor de un profesor es muy compleja ya que se puede encontrar con diversos casos de niños con distintos tipos de problemas.

Un profesor debe utilizar en su clase un buen método de disciplinario para conseguir formar a futuros adultos que sepan comportarse en la sociedad. Pero eso sí, siempre con la colaboración de las familias.







 

Savater sostiene que la indisciplina escolar se debe a la "crisis de autoridad familiar"


La escuela, y en particular los docentes, no tienen instrumentos para imponer su autoridad. "La familia tiene que preparar al niño de tal modo que el maestro luego se encuentre con un material aceptable: con alguien que sepa que hay que respetar, que no hay que pegar, que hay que escuchar... Unas pautas de domesticación básicas que permitan que el maestro no tenga que comportarse con el niño como un domador", según descifró Savater ante el millar de profesores, titulares de empresas de educación privadas, técnicos de la Administración y padres de alumnos que participan durante tres días en el primer congreso Familia y Escuela, organizado por el Instituto Valenciano de la Calidad Educativa.
"La familia ha de formar al niño para que el maestro no tenga que hacer de domador"
Se trata de "un foro organizado", según el consejero valenciano de Educación, Alejandro Font de Mora, "para la reflexión conjunta" y, a ser posible, para poner sobre la mesa iniciativas "concretas", fácilmente aplicables. Aunque no hay una "fórmula mágica", coinciden ambos ponentes, Savater sí advirtió de que "si al niño no se le forja un carácter basado en el respeto" y la familia no enseña a los hijos que "la educación es una oportunidad extraordinaria para él", el sistema educativo por sí solo no podrá avanzar.
No es cuestión sólo de leyes o normativas, especificó Savater, si bien reconoció la utilidad de reforzar la "autoridad del docente", tanto desde la propia familia como desde el ámbito legal, de formación continuada y de revalorización de su tarea. No obstante, a juicio del filósofo y catedrático de Ética, "esta situación se debe de arreglar ya, porque el problema viene arrastrándose desde hace mucho tiempo". Antes, ironizó Savater, en casa siempre había un adulto. "Ahora el único adulto que ven los niños al llegar es la televisión: que es lo único que siempre está".
En la actual cultura del consumo, "la familia cree, además, que cuando paga se quita el problema de encima", puntualizó Savater. "Y como yo no tengo tiempo para mis hijos, pues que los eduque el maestro". Y es ahí donde se origina el problema de indisciplina que ha desembocado en "ciertos ataques de violencia" de alumnos a profesores, pero también de padres a profesores, como ocurrió la semana pasada en un colegio de Elche. Para Savater es el colmo que "aquellos padres que renuncian por comodidad o omisión a educar en la disciplina y respeto a la autoridad, sean los mismos que acuden al colegio intentando imponer su 'autoridad' al profesor, como si el servidor público fuera un criado. Pago, pues mando".
En el caso de la enseñanza pública el problema es que "los usuarios del sistema público, en España en general, no tienen el mismo respeto por sus profesionales y tienen actitudes agresivas que no tendrían en una clínica privada". En su opinión, "urge educar a los usuarios en el privilegio y valor de la enseñanza pública, que para muchos -sobre todo, los que tienen menos- es la única la que tendrán". Pero, "la buena educación es cara", advierte. Supone desdoblar grupos, tutorías, bajar la ratio, reciclar al profesorado. Dinero. Aunque de no hacerlo, el remedio será peor que la enfermedad. "La mala educación se paga muy caro", recuerda Savater.
En esa dirección, Font de Mora se mostró convencido de que sin la articulación de las tres patas del sistema -Administración, docentes y familia- no será posible hacer frente a los retos actuales. La primera medida pasa por "consensuar" la nueva carta de Derechos y Deberes (que por primera vez se extenderá también a los padres, no sólo a los alumnos), en el que, anticipó el consejero, "habrá algún tipo de sanciones para aquellos padres que no cumplan".




Es cierto que el niño tiene que tener unos principios y valores enseñados por parte de la familia. Y sería mucho más fácil para un maestro trabajar con niños que tienen unos valores.
Es cierto que muchos padres dejan esta labor a los maestros, y eso no es así, porque es obligación de los padres educar a sus hijos de la mejor forma.
Pero, “ Ahora el único adulto que ven los niños al llegar a casa es la televisión; que es el único que siempre está”.
Esto es muy cierto, pues muchos padres se “desentienden” de sus hijos, y el niño lo único que aprende al llegar a casa es lo que ve en la televisión, sea bueno o malo.
Quizás este problema se deba, a que la mayoría de padres y madres trabajan y tienen que estar todo el día fuera de casa. Pero esto no debería ser motivo para dejar desatendida la educación de sus hijos.
Hay muchos padres que por pagar el colegio, creen que los profesores son los únicos que están obligados a educar a sus hijos.
Pero eso no es así, pues en el colegio, sí que se trata de enseñar una buena disciplina, pero si después lo aprendido en clase no se sigue trabajando en casa, no servirá de nada lo aprendido en el colegio, por eso, es obligación de los padres educar a sus hijos y reforzar en casa lo aprendido en el colegio.
De esta manera, trabajando escuela y familia, sería mucho más fácil para todos conseguir las metas que se pretenden alcanzar, una buena disciplina.

Habrá algún tipo de de sanción para aquellos padres que no cumplan”.
Con este tipo de medida creo que los padres se preocuparan más por la educación de sus hijos y colaborar con la escuela.
No se tendría que haber llegado a estos extremos, pero si los padres no responden, veo bien el buscar nuevas estrategias para ver si así, los padres se preocupan más.




 

Los uniformes escolares



Ahora que comienza el curso escolar me ha venido la idea de hablar de lo que pienso sobre el mismo. Hay muchas opiniones sobre la conveniencia o no de imponer uniformes escolares. Aunque parece que actualmente hay cierta tendencia de volver a ellos. La Junta de Andalucía se ha pronunciado también sobre este tema diciendo que "sería conveniente que cada centro, de común acuerdo con los padres decidiera poner uniformes".
El uniforme es económico y disciplinario y acostumbra al niño a cumplir unas normas
Y es que desde todos los puntos de vista que lo mires resulta positivo. Con ello se evita que muchos niños y niñas compitan a ver qué modelos y marcas van a lucir a diario, pues a menudo, surgen peleas por el tipo de ropa que llevan puesta algunos de ellos. Como hay de todo, algunos niños son crueles en este sentido y suelen burlarse de aquellos que no llevan ropa de moda. Hay que tener en cuenta que en estos tiempos de crisis hay muchos padres que no se pueden permitir comprarles ropa de marcas. Al ir todos iguales este conflicto se evitaría y además los padres lo agradecerían a la hora del presupuesto; no es lo mismo comprar una falda o pantalón, una blusa, polo o jerseys y un sólo modelo de zapato a tener que cambiar cada día de modelito y todo conjuntado a cómo los niños de hoy se están acostumbrando.
También se evitarían muchas distracciones en los alumnos en cuanto al estudio, ya que muchos pasan más tiempo pensando en la ropa que van a llevar que en aprender. El uniforme sería muy conveniente porque con ello se ayudaría a la disciplina escolar. Una disciplina que muchos niños de hoy carecen. Hasta para el/la profesor/a le sería más fácil acostumbrarlos a que acaten ciertas reglas determinadas.
Yo que he utilizado uniforme reconozco que me ha hecho mucho bien, ahora que ya soy mayor tengo muy claro la ropa que tengo que ponerme en cada ocasión. En definitiva, el uniforme es económico y disciplinario, y acostumbra al niño desde pequeño a cumplir unas normas que luego repercute en otros comportamientos también. 


 

Este artículo trata de los uniformes, quieren que vuelvan a estar en los colegios.

Quizás el llevar uniforme, sea más cómodo y económico para los padre.
Pero no veo bien el tener que llevar uniforme pues a todos nos gusta llevar la ropa que queremos.
En mi colegio nunca se ha llevado uniforme y eso no ha perjudicado en nuestra disciplina.

Piensan que el llevar uniforme, va a evitar los conflictos entre los niños que llevan marcas y los que no, y eso no debería ser así, pues el uniforme no debería ser la solución para mejora de la disciplina.
Pues el llevar uniforme solo serviría para la ayuda de la disciplina escolar, y eso no es así, por que lo que se pretende es que el niño tenga una buena disciplina, tanto en el colegio como fuera de él.
Se podrá evitar el conflicto dentro del colegio pero cuando estén en la calle cada niño van a llevar una una ropa diferente. Y por eso creo que para enseñar una buena disciplina y los niños sepan respetarse unos a otros, no hace falta vestirles todos iguales. Si se emplea unos buenos métodos disciplinarios, tanto por la escuela como por la familia, se podrán alcanzar unos buenos resultados sin la necesidad de uniformes.




 
EL MANEJO DE LAS CLASES

 
 El manejo de la clase es la supervisión y el control efectivo que el profesor ejerce sobre sus alumnos con el propósito de crear y mantener en sus clases una atmósfera sana y propicia a la atención y al trabajo mental intensivo, desarrollando en los alumnos hábitos fundamentales de orden, disciplina y trabajo, e inculcándoles sentido de responsabilidad.
   El manejo de la clase se propone simultáneamente objetivos inmediatos o instructivos y objetivos mediatos o educativos.
   Los objetivos inmediatos o instructivos son:
  a) Asegurar el orden y la disciplina necesarios para el trabajo en el aula.
  b) Garantizar el mejor aprovechamiento del tiempo, llevando a los alumnos a rendir más en los estudios.
 
Para que una clase tenga una buena disciplina, el profesor debe de observar y después saber que métodos disciplinarios va a llevar a cabo para que sus alumnos respeten las normas de clase, y  garantizar un mejor rendimiento escolar para todos.




 Los objetivos mediatos o educativos son de fundamental importancia para la formación moral y social de los educandos y consisten en desarrollar en los alumnos:
  a) Sentido de responsabilidad.
  b) Actitudes de sociabilidad y de respeto a los superiores y a los colegas.
  c) Espíritu de colaboración y de auxilio mutuo.
  d) Amor al trabajo y gusto por el estudio.
  e) Hábitos de aseo, de orden y de buena conducta social e individual.
  f) Atributos de carácter moral como honestidad, lealtad, veracidad, franqueza, etcétera.

Los métodos disciplinarios no solo tienen que consistir en respetar unas normas en clase, sino enseñar y educar al niño a ser más autónomo, respetar a los adultos e iguales y saber vivir en sociedad.

   Hay tres tipos fundamentales de manejo de la clase:
  a) Correctivo: consiste en la vigilancia rigurosa, castigándose a posteriori las infracciones cometidas por los alumnos.
Este tipo de manejo es el que se a venido usando siempre. El profesor vigilando a ver quien es el primero que hace algo mal para castigarle.
Pienso, que no es el más correcto, pues un maestro no tiene que estar pensando en el castigo que va a poner, sino en el método que debe de aplicar para que los niños no repitan la conducta inadecuada.

  b) Preventivo: consiste en prever las infracciones, anticipándose a ellas, y evitar sus causas impidiendo así su incidencia.
Un buen maestro tiene que anticiparse y saber manejar los problemas antes que sucedan para así poder evitarlos y solucionarlos.

  c) educativo: consiste en formar el espíritu de los alumnos para el autogobierno y la autodisciplina consciente en el trabajo y en el estudio.
Este manejo sería el más adecuado, pues con un buen método de disciplina se puede llegar a conseguir el autogobierno y la autodisciplina en los alumnos. Así, los alumnos sabrán respetar y controlar una situación de conflicto.

   Podemos señalar los siguientes principios y normas para el manejo de la clase:
  1. Implantar y mantener una pauta de funcionamiento normal, dictando a los alumnos instrucciones específicas. A través del año escolar, debe el profesor vigilar el cumplimiento de estas prácticas por parte de los alumnos, insistiendo en su observancia.
  2. Mantener siempre una sucesión ordenada de las actividades de las clases, de modo que los alumnos se habitúen a ella, evitándose sorpresas que provoquen desórdenes en la clase.
  3. Ocupación mental intensiva de todos los alumnos: la indisciplina en clase es casi siempre fruto inevitable de la ociosidad mental, es decir, de a ausencia de objetivos inmediatos y concretos que polaricen la atención de los alumnos y los induzcan al trabajo y a la actividad mental intensiva.

Los profesores desde el principio, deben de trabajar con toda la clase, saber como es cada uno, para así, saber que métodos disciplinarios tiene que aplicar para mejorar. 
Es importante motivar a los alumnos y mantenerlos ocupados para que no se aburran, ya que el aburrimiento puede provocar conflictos entre los compañeros.


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