Disciplina escolar
El teléfono móvil es un instrumento de gran utilidad para que los padres tengan localizados a sus hijos. Éstos lo han incorporado a su piel hasta el extremo de creer que es un medio para utilizar en cualquier ámbito y con cualquier fin. Asistimos asombrados en España y en otros países a casos de acoso a profesores o escolares filmados con móviles. Regular su empleo en los centros de enseñanza forma parte de la disciplina, un concepto que por desgracia no está hoy muy en boga.
La Comunidad de Madrid tiene previsto aprobar por decreto la
prohibición del uso del celular y de otros aparatos electrónicos en las
aulas de los centros educativos de la región, así como establecer un
sistema de sanciones que pueden llegar hasta la expulsión en los casos
de difusión de agresiones grabadas desde el móvil. La iniciativa no
parece desafortunada. Al contrario, hay que pensar que va en la
dirección correcta por mucho que los estudiantes opinen que se trata de
un ataque al sector educativo y algunas representaciones de padres
afirmen que se va por mal camino si se pretende mejorar la convivencia
en las aulas restringiendo el uso de estos aparatos. Cierto, eso sólo no
basta.
Si hay que poner alguna pega a la idea es que el Gobierno autónomo no haya consultado previamente a padres, profesores y alumnos. En realidad, en los centros públicos de enseñanza de la comunidad madrileña existe ya la norma de prohibir el uso de los celulares a través de los propios reglamentos de régimen interno. Pero no siempre es fácil de aplicar. Los profesores tienen que librar en ocasiones una doble batalla frente a los alumnos y sus padres, que critican la calidad de la enseñanza pero son los primeros en dar mal ejemplo.
No es cuestión sólo de leyes o normativas, especificó Savater, si bien reconoció la utilidad de reforzar la "autoridad del docente", tanto desde la propia familia como desde el ámbito legal, de formación continuada y de revalorización de su tarea. No obstante, a juicio del filósofo y catedrático de Ética, "esta situación se debe de arreglar ya, porque el problema viene arrastrándose desde hace mucho tiempo". Antes, ironizó Savater, en casa siempre había un adulto. "Ahora el único adulto que ven los niños al llegar es la televisión: que es lo único que siempre está".
En la actual cultura del consumo, "la familia cree, además, que cuando paga se quita el problema de encima", puntualizó Savater. "Y como yo no tengo tiempo para mis hijos, pues que los eduque el maestro". Y es ahí donde se origina el problema de indisciplina que ha desembocado en "ciertos ataques de violencia" de alumnos a profesores, pero también de padres a profesores, como ocurrió la semana pasada en un colegio de Elche. Para Savater es el colmo que "aquellos padres que renuncian por comodidad o omisión a educar en la disciplina y respeto a la autoridad, sean los mismos que acuden al colegio intentando imponer su 'autoridad' al profesor, como si el servidor público fuera un criado. Pago, pues mando".
En el caso de la enseñanza pública el problema es que "los usuarios del sistema público, en España en general, no tienen el mismo respeto por sus profesionales y tienen actitudes agresivas que no tendrían en una clínica privada". En su opinión, "urge educar a los usuarios en el privilegio y valor de la enseñanza pública, que para muchos -sobre todo, los que tienen menos- es la única la que tendrán". Pero, "la buena educación es cara", advierte. Supone desdoblar grupos, tutorías, bajar la ratio, reciclar al profesorado. Dinero. Aunque de no hacerlo, el remedio será peor que la enfermedad. "La mala educación se paga muy caro", recuerda Savater.
En esa dirección, Font de Mora se mostró convencido de que sin la articulación de las tres patas del sistema -Administración, docentes y familia- no será posible hacer frente a los retos actuales. La primera medida pasa por "consensuar" la nueva carta de Derechos y Deberes (que por primera vez se extenderá también a los padres, no sólo a los alumnos), en el que, anticipó el consejero, "habrá algún tipo de sanciones para aquellos padres que no cumplan".
Si hay que poner alguna pega a la idea es que el Gobierno autónomo no haya consultado previamente a padres, profesores y alumnos. En realidad, en los centros públicos de enseñanza de la comunidad madrileña existe ya la norma de prohibir el uso de los celulares a través de los propios reglamentos de régimen interno. Pero no siempre es fácil de aplicar. Los profesores tienen que librar en ocasiones una doble batalla frente a los alumnos y sus padres, que critican la calidad de la enseñanza pero son los primeros en dar mal ejemplo.
Está
bien que hayan prohibido los teléfonos móviles en los colegios,
pues los niños no solo hacen uso de ellos para llamar a sus padres,
sino que se dedican a grabar a sus profesores, agresiones entre sus
compañeros..., para luego colgarlas en Internet.
Y
por eso, veo bien que sancionen, pero todo esto, lo que provoca es un
mayor conflicto entre alumno y profesor.
Creo
que no es necesario que los niños tengan que llevar móviles al
colegio, pues si un padre necesita ponerse en contacto con su hijo o
al contrario, para ello los colegios disponen de teléfonos
propios, para que se haga uso de ellos cuando sea necesario.
OPINIÓN
DEL LECTOR
INDISCIPLINA ESCOLAR
INDISCIPLINA ESCOLAR
En mi opinión hoy en día resulta
urgente que los educadores nos especialicemos en el tema de la
conflictividad escolar porque precisamente son los conflictos los que
nos pueden permitir entender los deseos de nuestros alumnos y en
muchos casos el porqué de su gran falta de motivación en clase.
Cada alumno tiene su personalidad y sus objetivos y no olvidemos que
nuestro objetivo como educadores no debería ser sólo enseñar sino
también ayudar al alumno a socializarse ayudándose de la
autodisciplina.
Así, quizás deberíamos tener en
cuenta que en situación de conflicto para que ambas partes salgan
ganando hay que afrontar directamente el problema y consensuar una
solución mutuamente satisfactoria, lo peor de todo sería negar la
existencia de dicho conflicto. Por otra parte, usar una disciplina
de hierro que no deja libertad de expresión al alumno no permite
alcanzar la paz en la clase sino que crea aún más tensiones y más
situaciones conflictivas. Si consideramos al alumno como un
individuo que formamos no sólo en nuestra materia sino que también
para que una vez adulto sepa comportarse en la sociedad, creo que la
autodisciplina podría ser un método que nos lleve a considerarlo
no como un niño sino como un adolescente deseando alcanzar todas
las armas necesarias de la vida adulta. De este modo, utilizar los
sentimientos más bien que el razonamiento para comunicar con él
podría ser una manera eficaz de conseguir más información sobre
el alumno conflictivo y su comportamiento y así quizás poder
zanjar el problema.
Por otra parte podríamos proseguir
este tema abordando las razones personales que incita un alumno a
ser conflictivo, eso implica ir más allá y buscar las razones más
personales quizás con la ayuda del psicólogo, dado que no todos
los conflictos que nacen provienen del disfuncionamento del centro o
el hecho de que los profesores no cuiden bastante de los casos
difíciles sino que el alumno tenga un problema más bien personal
debido a su entorno familiar por ejemplo.
Es
verdad que los maestros deben especializarse en el tema de la
conflictividad escolar, ya que son muchas las clases con niños
conflictivos.
Puede
que a raíz de un conflicto, un profesor pueda hablar con el niño y
así entender la falta de motivación en clase.
Pero
hay que tener en cuenta, que no son los niños problemáticos lo que
pueden tener algún tipo de problema, también, hay que tratar a
otros niños, como por ejemplo, a los más tímidos, que también
pueden tener baja motivación en clase por cualquier otro problema..
En
situaciones de conflicto, es cierto, que no se debe dejar a un lado
dichos conflictos, sino que el maestro debe de afrontarlo, hablar con
el niño, escucharlo.... Utilizando unos buenos métodos
disciplinarios, para así, conseguir más información sobre el
alumno conflictivo y poder zanjar el tema.
Así
que un profesor no solo se tiene que especializar en casos
conflictivos sino en muchos más pues la la labor de un profesor es
muy compleja ya que se puede encontrar con diversos casos de niños
con distintos tipos de problemas.
Un
profesor debe utilizar en su clase un buen método de disciplinario para
conseguir formar a futuros adultos que sepan comportarse en la
sociedad. Pero eso sí, siempre con la colaboración de las familias.
Savater sostiene que la indisciplina escolar se debe a la "crisis de autoridad familiar"
La
escuela, y en particular los docentes, no tienen instrumentos para
imponer su autoridad. "La familia tiene que preparar al niño de
tal modo que el maestro luego se encuentre con un material aceptable:
con alguien que sepa que hay que respetar, que no hay que pegar, que
hay que escuchar... Unas pautas de domesticación básicas que
permitan que el maestro no tenga que comportarse con el niño como un
domador", según descifró Savater ante el millar de profesores,
titulares de empresas de educación privadas, técnicos de la
Administración y padres de alumnos que participan durante tres días
en el primer congreso Familia y Escuela, organizado por el Instituto
Valenciano de la Calidad Educativa.
Se trata de "un foro
organizado", según el consejero valenciano de Educación,
Alejandro Font de Mora, "para la reflexión conjunta" y, a
ser posible, para poner sobre la mesa iniciativas "concretas",
fácilmente aplicables. Aunque no hay una "fórmula mágica",
coinciden ambos ponentes, Savater sí advirtió de que "si al
niño no se le forja un carácter basado en el respeto" y la
familia no enseña a los hijos que "la educación es una
oportunidad extraordinaria para él", el sistema educativo por
sí solo no podrá avanzar.No es cuestión sólo de leyes o normativas, especificó Savater, si bien reconoció la utilidad de reforzar la "autoridad del docente", tanto desde la propia familia como desde el ámbito legal, de formación continuada y de revalorización de su tarea. No obstante, a juicio del filósofo y catedrático de Ética, "esta situación se debe de arreglar ya, porque el problema viene arrastrándose desde hace mucho tiempo". Antes, ironizó Savater, en casa siempre había un adulto. "Ahora el único adulto que ven los niños al llegar es la televisión: que es lo único que siempre está".
En la actual cultura del consumo, "la familia cree, además, que cuando paga se quita el problema de encima", puntualizó Savater. "Y como yo no tengo tiempo para mis hijos, pues que los eduque el maestro". Y es ahí donde se origina el problema de indisciplina que ha desembocado en "ciertos ataques de violencia" de alumnos a profesores, pero también de padres a profesores, como ocurrió la semana pasada en un colegio de Elche. Para Savater es el colmo que "aquellos padres que renuncian por comodidad o omisión a educar en la disciplina y respeto a la autoridad, sean los mismos que acuden al colegio intentando imponer su 'autoridad' al profesor, como si el servidor público fuera un criado. Pago, pues mando".
En el caso de la enseñanza pública el problema es que "los usuarios del sistema público, en España en general, no tienen el mismo respeto por sus profesionales y tienen actitudes agresivas que no tendrían en una clínica privada". En su opinión, "urge educar a los usuarios en el privilegio y valor de la enseñanza pública, que para muchos -sobre todo, los que tienen menos- es la única la que tendrán". Pero, "la buena educación es cara", advierte. Supone desdoblar grupos, tutorías, bajar la ratio, reciclar al profesorado. Dinero. Aunque de no hacerlo, el remedio será peor que la enfermedad. "La mala educación se paga muy caro", recuerda Savater.
En esa dirección, Font de Mora se mostró convencido de que sin la articulación de las tres patas del sistema -Administración, docentes y familia- no será posible hacer frente a los retos actuales. La primera medida pasa por "consensuar" la nueva carta de Derechos y Deberes (que por primera vez se extenderá también a los padres, no sólo a los alumnos), en el que, anticipó el consejero, "habrá algún tipo de sanciones para aquellos padres que no cumplan".
Es
cierto que el niño tiene que tener unos principios y valores
enseñados por parte de la familia. Y sería mucho más fácil para un
maestro trabajar con niños que tienen unos valores.
Es
cierto que muchos padres dejan esta labor a los maestros, y eso no es
así, porque es obligación de los padres educar a sus hijos de la
mejor forma.
Pero,
“ Ahora el único adulto que ven los niños al llegar a casa es la
televisión; que es el único que siempre está”.
Esto
es muy cierto, pues muchos padres se “desentienden” de sus hijos,
y el niño lo único que aprende al llegar a casa es lo que ve en la
televisión, sea bueno o malo.
Quizás
este problema se deba, a que la mayoría de padres y madres trabajan
y tienen que estar todo el día fuera de casa. Pero esto no debería
ser motivo para dejar desatendida la educación de sus hijos.
Hay
muchos padres que por pagar el colegio, creen que los profesores son
los únicos que están obligados a educar a sus hijos.
Pero
eso no es así, pues en el colegio, sí que se trata de enseñar una
buena disciplina, pero si después lo aprendido en clase no se sigue
trabajando en casa, no servirá de nada lo aprendido en el colegio, por
eso, es obligación de los padres educar a sus hijos y reforzar en
casa lo aprendido en el colegio.
De
esta manera, trabajando escuela y familia, sería mucho más fácil
para todos conseguir las metas que se pretenden alcanzar,
una buena disciplina.
“Habrá
algún tipo de de sanción para aquellos padres que no cumplan”.
Con
este tipo de medida creo que los padres se preocuparan más por la
educación de sus hijos y colaborar con la escuela.
No
se tendría que haber llegado a estos extremos, pero si los padres no
responden, veo bien el buscar nuevas estrategias para ver si así,
los padres se preocupan más.
Los uniformes escolares
Ahora
que comienza el curso escolar me ha venido la idea de hablar de lo
que pienso sobre el mismo. Hay muchas opiniones sobre la conveniencia
o no de imponer uniformes escolares. Aunque parece que actualmente
hay
cierta tendencia de volver a ellos.
La Junta de Andalucía se ha pronunciado también sobre este tema
diciendo que "sería conveniente que cada centro, de común
acuerdo con los padres decidiera poner uniformes".
El
uniforme es económico y disciplinario y acostumbra al niño a
cumplir unas normas
Y es
que desde todos los puntos de vista que lo mires resulta positivo.
Con ello se evita que muchos niños y niñas compitan
a ver qué modelos y marcas van a lucir a diario,
pues a menudo, surgen peleas por el tipo de ropa que llevan puesta
algunos de ellos. Como hay de todo, algunos niños son crueles en
este sentido y suelen burlarse de aquellos que no llevan ropa de
moda. Hay que tener en cuenta que en estos tiempos de crisis hay
muchos padres que no se pueden permitir comprarles ropa de marcas. Al
ir todos iguales este conflicto se evitaría y además los padres lo
agradecerían a la hora del presupuesto; no es lo mismo comprar una
falda o pantalón, una blusa, polo o jerseys y un sólo modelo de
zapato a tener que cambiar cada día de modelito y todo conjuntado a
cómo los niños de hoy se están acostumbrando.
También
se evitarían muchas distracciones en los alumnos en cuanto al
estudio, ya que muchos pasan más tiempo pensando en la ropa que van
a llevar que en aprender. El uniforme sería muy conveniente porque
con
ello se ayudaría a la disciplina escolar.
Una disciplina que muchos niños de hoy carecen. Hasta para el/la
profesor/a le sería más fácil acostumbrarlos a que acaten ciertas
reglas determinadas.
Yo que
he utilizado uniforme reconozco que me ha hecho mucho bien, ahora que
ya soy mayor tengo muy claro la ropa que tengo que ponerme en cada
ocasión. En definitiva,
el uniforme es económico y disciplinario,
y acostumbra al niño desde pequeño a cumplir unas normas que luego
repercute en otros comportamientos también.
Este
artículo trata de los uniformes, quieren que vuelvan a estar en los
colegios.
Quizás
el llevar uniforme, sea más cómodo y económico para los padre.
Pero
no veo bien el tener que llevar uniforme pues a todos nos gusta
llevar la ropa que queremos.
En
mi colegio nunca se ha llevado uniforme y eso no ha perjudicado en
nuestra disciplina.
Piensan
que el llevar uniforme, va a evitar los conflictos entre los niños
que llevan marcas y los que no, y eso no debería ser así, pues el
uniforme no debería ser la solución para mejora de la disciplina.
Pues
el llevar uniforme solo serviría para la ayuda de la disciplina
escolar, y eso no es así, por que lo que se pretende es que el niño
tenga una buena disciplina, tanto en el colegio como fuera de él.
Se
podrá evitar el conflicto dentro del colegio pero cuando estén en
la calle cada niño van a llevar una una ropa diferente. Y por eso
creo que para enseñar una buena disciplina y los niños sepan
respetarse unos a otros, no hace falta vestirles todos iguales. Si se
emplea unos buenos métodos disciplinarios, tanto por la escuela como
por la familia, se podrán alcanzar unos buenos resultados sin la
necesidad de uniformes.
Los métodos disciplinarios no solo tienen que consistir en respetar unas normas en clase, sino enseñar y educar al niño a ser más autónomo, respetar a los adultos e iguales y saber vivir en sociedad.
EL
MANEJO DE LAS CLASES
El
manejo de la clase es la supervisión y el control efectivo que el
profesor ejerce sobre sus alumnos con el propósito de crear y
mantener en sus clases una atmósfera sana y propicia a la atención
y al trabajo mental intensivo, desarrollando en los alumnos hábitos
fundamentales de orden, disciplina y trabajo, e inculcándoles
sentido de responsabilidad.
El
manejo de la clase se propone simultáneamente objetivos
inmediatos o instructivos y objetivos mediatos o educativos.
Los
objetivos inmediatos o instructivos son:
a)
Asegurar el orden y la disciplina necesarios para el trabajo en el
aula.
b)
Garantizar el mejor aprovechamiento del tiempo, llevando a los
alumnos a rendir más en los estudios.
Para que una clase tenga una buena disciplina, el profesor debe de observar y después saber que métodos disciplinarios va a llevar a cabo para que sus alumnos respeten las normas de clase, y garantizar un mejor rendimiento escolar para todos.
Los
objetivos mediatos o educativos son de fundamental importancia para
la formación moral y social de los educandos y consisten en
desarrollar en los alumnos:
a)
Sentido de responsabilidad.
b)
Actitudes de sociabilidad y de respeto a los superiores y a los
colegas.
c)
Espíritu de colaboración y de auxilio mutuo.
d)
Amor al trabajo y gusto por el estudio.
e)
Hábitos de aseo, de orden y de buena conducta social e individual.
f)
Atributos de carácter moral como honestidad, lealtad, veracidad,
franqueza, etcétera.
Los métodos disciplinarios no solo tienen que consistir en respetar unas normas en clase, sino enseñar y educar al niño a ser más autónomo, respetar a los adultos e iguales y saber vivir en sociedad.
Hay
tres tipos fundamentales de manejo de la clase:
a)
Correctivo: consiste en la vigilancia rigurosa, castigándose a
posteriori las infracciones cometidas por los alumnos.
Este tipo de manejo es el que se a venido usando siempre. El profesor vigilando a ver quien es el primero que hace algo mal para castigarle.
Pienso, que no es el más correcto, pues un maestro no tiene que estar pensando en el castigo que va a poner, sino en el método que debe de aplicar para que los niños no repitan la conducta inadecuada.
b)
Preventivo: consiste en prever las infracciones, anticipándose a
ellas, y evitar sus causas impidiendo así su incidencia.
Un buen maestro tiene que anticiparse y saber manejar los problemas antes que sucedan para así poder evitarlos y solucionarlos.
c)
educativo: consiste en formar el espíritu de los alumnos para el
autogobierno y la autodisciplina consciente en el trabajo y en el
estudio.
Este manejo sería el más adecuado, pues con un buen método de disciplina se puede llegar a conseguir el autogobierno y la autodisciplina en los alumnos. Así, los alumnos sabrán respetar y controlar una situación de conflicto.
Podemos
señalar los siguientes principios y normas para el manejo de la
clase:
1.
Implantar y mantener una pauta de funcionamiento normal, dictando a
los alumnos instrucciones específicas. A través del año escolar,
debe el profesor vigilar el cumplimiento de estas prácticas por
parte de los alumnos, insistiendo en su observancia.
2.
Mantener siempre una sucesión ordenada de las actividades de las
clases, de modo que los alumnos se habitúen a ella, evitándose
sorpresas que provoquen desórdenes en la clase.
3.
Ocupación mental intensiva de todos los alumnos: la indisciplina en
clase es casi siempre fruto inevitable de la ociosidad mental, es
decir, de a ausencia de objetivos inmediatos y concretos que
polaricen la atención de los alumnos y los induzcan al trabajo y a
la actividad mental intensiva.
Los profesores desde el principio, deben de trabajar con toda la clase, saber como es cada uno, para así, saber que métodos disciplinarios tiene que aplicar para mejorar.
Es importante motivar a los alumnos y mantenerlos ocupados para que no se aburran, ya que el aburrimiento puede provocar conflictos entre los compañeros.
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